Y el gobernador de Texas Rick Perry rechazó partes de la histórica ley de reforma de la salud de Obama y dijo que en su estado no se extenderá Medicaid ni se creará un intercambio de seguros de salud. En una carta a la Secretaria de Salud y Asistencia Social, Kathleen Sebelius, Perry sostuvo que prefiere rechazar miles de millones de dólares de fondos federales antes de aceptar lo que calificó como “intrusiones descaradas en la soberanía de nuestro estado”. Casi el 25% de la población de Texas, es decir, 6,2 millones de personas, carece de seguro médico. Se trata del porcentaje más alto del país. En una entrevista concedida a Fox News, Perry desestimó las preocupaciones por la difícil situación de los ciudadanos del estado que no tienen seguro.
Jenna Lee dijo: “Uno de cada cuatro texanos no tiene seguro de salud, uno de cada cuatro tiene Medicare o Medicaid. ¿Cuál es la solución para la gran crisis de la salud en el estado y en el país?”.
El gobernador Rick Perry respondió: “La idea de que el gobierno federal, al que para empezar no le gusta Texas, elija y presente ciertos datos y diga de alguna manera que Texas tiene el peor sistema de salud del mundo sencillamente es falsa, explícitamente falsa. El verdadero problema aquí es la libertad”.
Seis gobernadores republicanos rechazaron la disposición sobre Medicaid de la ley de Obama, con lo que dejan a millones de personas de bajos ingresos sin la cobertura de dicho programa. A fines del mes pasado, la Corte Suprema confirmó lo medular de la ley de salud del Presidente, pero también dictaminó que los estados podían optar por no aplicar las disposiciones que amplían los requisitos para recibir la cobertura de Medicaid.