Una exhaustiva investigación independiente concluyó que altos funcionarios de la Universidad Penn State, entre ellos el legendario entrenador de fútbol americano, Joe Paterno, encubrieron denuncias de abuso sexual a menores en contra de un entrenador asistente catorce años antes de que el caso finalmente saliera a la luz. La investigación, que duró siete meses, revela que Paterno, el rector de la universidad, Graham Spanier y otros funcionarios de la universidad sabían que el asistente del entrenador de fútbol, Jerry Sandusky, había sido acusado de abuso de menores en 1998; sin embargo les importó más proteger la imagen de la universidad. El informe concluye que “una cultura de veneración al programa de fútbol” en la universidad provocó el encubrimiento que “no protegió a los alumnos del daño de un abusador sexual durante más de una década”. Sandusky fue finalmente arrestado el año pasado y el mes pasado fue hallado culpable de abusar sexualmente de diez jóvenes. Al revelar los resultados de su investigación el jueves, el ex director del FBI Louis Freeh sostuvo que las autoridades de la universidad de Penn State habían permitido que los abusos de Sandusky continuaran.
Louis Freeh afirmó: “Nuestro hallazgo más triste y terrible es el absoluto descuido por la seguridad y el bienestar de las jóvenes víctimas de Sandusky por parte de los directores de Penn State. Los señores Spanier, Schultz, Paterno y Curley tampoco alertaron a los miembros del consejo de la universidad acerca de la investigación de 1998 ni tomaron otras medidas contra Sandusky. Ninguno de ellos le habló a Sandusky acerca de su conducta. En resumen, no hicieron nada y permitieron que Sandusky siguiera impune”.
Los resultados de la investigación indican que Paterno, quien murió este año, realizó declaraciones falsas ante un gran jurado y al público acerca de su conocimiento de las acusaciones contra Sandusky. Un correo electrónico del Director de Educación Física de la universidad, Tim Curley, enviado en 1998 (tres años antes de que Paterno afirmara que se enteraba por primera vez de las acusaciones) dice: “¿Alguna novedad en este departamento? El entrenador está ansioso por saber cuál es su situación”. Luego de que Sandusky fuera nuevamente acusado de abusar de un joven en la universidad en 2001, Paterno convenció a sus colegas de que lo más “humano” sería lidiar con el asunto internamente en lugar de denunciarlo a la policía. Se informó que un conserje de la universidad no denunció haber visto a Sandusky abusar de un joven en el año 2000 por temor a perder su empleo. El conserje sostuvo: “Paterno tiene tanto poder, si quisiera deshacerse de alguien lo harí (…) El fútbol manda en esta universidad”. En respuesta a la investigación, la universidad de Penn State enfrenta presión de quitar una estatua de Paterno del predio universitario. También se prevé que el informe dé lugar a una serie de demandas civiles contra la universidad en nombre de las víctimas. Curley, el ex director de educación física, y Gary Schultz, ex vice rector de la universidad, aún afrontan cargos penales por no haber denunciado el abuso de Sandusky a la policía y por haber mentido ante un gran jurado acerca de su conocimiento de los hechos.
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