El ataque con bomba se produce tras días de enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno y los rebeldes en Damasco y mientras el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tiene previsto votar hoy una nueva medida para hacer frente a la crisis en Siria. Las negociaciones con Rusia se rompieron por falta de acuerdo sobre si incluir una referencia al Capítulo 7 de la Carta de la ONU, que podría en definitiva allanar el camino para aplicar la fuerza militar. En medio de un empeoramiento del conflicto, John Ging, de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, lanzó un llamado de ayuda.
Ging declaró: “Enfrentamos muchos obstáculos en nuestro esfuerzo de satisfacer las necesidades de la gente. Enfrentamos una gran obstrucción política por parte del gobierno sirio y un ambiente terriblemente peligroso para operar debido al conflicto en sí mismo y afrontamos además dificultades de capacidad en las organizaciones que intentan pasar de operaciones no humanitarias o muy poco humanitarias a grandes operaciones humanitarias. Necesitamos más dinero. Si no conseguimos más dinero la gente morirá y habrá más sufrimiento”.