El lunes, Peña Nieto prometió continuar con la represión de los cárteles de droga como parte de la guerra contra la droga, en la que decenas de miles de personas han muerto. Peña Nieto designó al general Óscar Naranjo, ex director de la policía nacional de Colombia, para que sea su asesor de seguridad y declaró que probablemente continúe la guerra contra las drogas apoyada por Estados Unidos en la misma línea que su predecesor, el Presidente Felipe Calderón. Naranjo ayudó a orquestar la represión del tráfico de cocaína en Colombia, que contó con el apoyo de Estados Unidos, y que provocó la muerte de Pablo Escobar, el líder del cártel de Medellín. Más de 47.000 personas han muerto desde que Calderón asumió la presidencia en 2006 y anunció la represión contra los cárteles de drogas. La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Victoria Nuland, felicitó desde Washington a Peña Nieto por su aparente victoria y afirmó que Estados Unidos espera contar con la cooperación permanente del gobierno mexicano en la guerra contra las drogas.
Victoria Nuland declaró: “No queremos adelantarnos al nuevo gobierno ni predecir cambios en la política de un modo u otro, sino que estamos comprometidos a trabajar en cooperación con México para hacer frente a los desafíos cambiantes planteados por las organizaciones criminales trasnacionales y esperamos que esta gran cooperación continúe durante el gobierno de Peña Nieto cuando asuma la presidencia”.
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