El Ministro de Defensa de Sudáfrica pidió perdón por el incidente de la semana pasada en el que 34 trabajadores mineros en huelga fueron ultimados por la policía. Las víctimas fueron asesinadas hace más de una semana luego de que abandonaran sus puestos de trabajo en la mina de platino Marikana para reclamar un aumento en las remuneraciones. La policía dice que abrió fuego porque los trabajadores trataron de atacarlos con machetes, pero los mineros acusan a la policía de haber perpetrado una masacre. El Ministro de Policía de Sudáfrica en un principio defendió la acción policial y despertó la indignación. En una visita a una mina realizada el martes, el Ministro de Defensa, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, pidió perdón y dijo: “Pido perdón y les ruego que encuentren el perdón en sus corazones”. Durante una tensa sesión del Parlamento el martes, el jefe del partido opositor Congreso del Pueblo reclamó que se hiciera rendir cuentas a los altos funcionarios.
Mosiuoa Lekota manifestó: “¿Fue el Ministro de Policía, el comandante de la policía? ¿Quién es la persona que está por encima de la Constitución, que tiene autoridad para decidir la suspensión del derecho a la vida por un día, por un momento, y por lo tanto, autorizar a disparar?”.
El tiroteo representa el peor asesinato en masa ocurrido en Sudáfrica desde el fin del régimen del apartheid. El Presidente sudafricano Jacob Zuma anunció una semana de duelo nacional y la formación de una comisión investigadora.
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