En Afganistán, los talibanes fueron acusados de decapitar a diecisiete personas en la provicincia nororiental de Helmand. Según se informa, las víctimas habrían sido ejecutadas por haber asistido a una fiesta subida de tono o como castigo por ser informantes del gobierno. En otro atentado, combatientes talibanes mataron a diez soldados afganos. Un soldado afgano también mató a dos efectivos estadounidenses en el más reciente de una serie de ataques perpetrados por miembros de las fuerzas afganas de la ocupación de la OTAN. El vocero de esa organización, Gunter Katz, afirmó que se pudo determinar que en el origen de un 25% de esos ataques están los talibanes.
Gunter Katz manifestó: “Podemos identificar claramente una conexión directa de la insurgencia con el atacante en aproximadamente el 10% de los casos. En un 15%, sospechamos un vínculo de esta naturaleza; no obstante, no se puede probar en forma definitiva. Considerados estos dos puntos, nuestra conclusión es que cerca del 25% de estos atentados están relacionados de alguna manera con la insurgencia”.