Los residentes que se oponen a la polémica política de “detener y cachear” del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD, por su sigla en inglés) se concentraron el jueves en esa ciudad como parte de una campaña nacional de denunciar los abusos policiales. Manifestantes desde Los Ángeles a Nueva York procuraron llamar la atención sobre la brutalidad policial y la focalización desproporcionada en la gente de color. Carl Dix, organizador de la movilización, se unió a docenas de manifestantes en Harlem.
Dix dijo: “Vamos a ver cómo responde la policía. Quizá den un paso atrás y esperen a que nos detengamos luego de un tiempo y que las cosas vuelvan a la normalidad, pero estamos decididos a no volver a la normalidad porque eso significa que la policía pare a la gente 1.900 veces cada día en la ciudad de Nueva York, la mayoría negros o latinos, y la mayoría de ellos sin haber hecho nada malo. Este tipo de normalidad debe terminar”.