El viernes, los cuerpos de los cuatro estadounidenses asesinados en Libia fueron trasladados a la base de la fuerza aérea de Andrews, en las afueras de Washington. En el funeral, el Presidente Obama rindió homenaje a sus vidas y prometió hacer justicia con los asesinos.
Obama manifestó: “Ustedes, sus familias y colegas, todos los estadounidenses, sepan esto: su sacrificio nunca será olvidado. Haremos justicia con los que los arrebataron de nosotros. Nos mantendremos firmes ante la violencia contra nuestras misiones diplomáticas. Seguiremos haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para seguir protegiendo a los estadounidenses que sirven en el exterior, ya sea aumentando la seguridad de nuestros puestos diplomáticos, trabajando con los países anfitriones que tienen la obligación de proporcionar seguridad y dejando claro que se hará justicia con los que les hagan daño a los estadounidenses”.