La líder prodemócrata birmana Aung San Suu Kyi está visitando Estados Unidos por primera vez en más de tres décadas. Tras pasar quince años en arresto domiciliario, recientemente resultó electa para el Parlamento y se le permitió viajar al exterior como parte de los esfuerzos de la junta militar gobernante en Birmania de mitigar su aislamiento mundial. En declaraciones realizadas en Washington, Suu Kyi reclamó aliviar las sanciones contra Birmania.
Aung San Suu Kyi declaró: “En los últimos años del gobierno militar, se culpó a las sanciones de Estados Unidos de todos los males económicos de Birmania, no sólo de los económicos, sino también de otros problemas, y hay gran impaciencia para que se eliminen estas sanciones. Por mi parte, no creo que tengamos que aferrarnos a las sanciones innecesariamente porque quiero que nuestro pueblo se haga responsable de su propio destino”.