El Presidente Barack Obama descartó una nueva ronda de negociaciones con los republicanos sobre el aumento del límite del endeudamiento del gobierno a cambio de efectuar recortes del gasto público. Estados Unidos enfrenta nuevamente una fecha límite para caer en incumplimiento de sus obligaciones el próximo mes a menos que se aumente el límite del endeudamiento. Los republicanos han mantenido su postura de que cualquier ampliación del límite de crédito debe ser contrarrestada con la reducción del gasto público. Durante la conferencia de prensa del lunes en la Casa Blanca, Obama calificó de inaceptables las exigencias de los republicanos.
El Presidente Obama afirmó: “Los republicanos del Congreso tienen dos opciones, pueden actuar con responsabilidad y pagar las cuentas de Estados Unidos o pueden actuar de manera irresponsable y llevar a Estados Unidos a otra crisis económica, pero no obtendrán nada a cambio de no aplastar la economía estadounidense. El bienestar financiero del pueblo estadounidense no puede usarse para obtener algo a cambio. La plena fe y crédito de los Estados Unidos de América no es un elemento de negociación”.