Al menos 22 rehenes extranjeros permanecen desaparecidos en Argelia en lo que se considera una de las peores crisis con rehenes internacionales que ha tenido lugar en décadas. El jueves, fuerzas argelinas atacaron un complejo de gas en el desierto del Sahara para liberar a cientos de trabajadores que habían sido tomados como rehenes. Militantes opositores a la invasión francesa en el vecino país de Malí habían tomado las instalaciones el miércoles. En un comunicado emitido por medios mauritanos, quienes capturaron a los rehenes expresaron: “Si nuestras demandas no son satisfechas, responsabilizamos totalmente al gobierno de Argelia, al gobierno de Francia y a los gobiernos de los países de donde provienen los rehenes. Es su labor detener la brutal agresión contra nuestro pueblo en Malí”. No está confirmado aún cuántas personas murieron en los ataques del jueves, pero se estima que la cifra de víctimas extranjeras oscila entre cuatro y 35 personas. Según se informó, varios cautivos fueron liberados durante la ofensiva. Estados Unidos, Inglaterra y Japón no recibieron aviso previo al ataque argelino a pesar de que entre los cautivos se encontraban ciudadanos de esos países. Inglaterra afirmó el viernes que la operación en Argelia continúa y reiteró las afirmaciones que el Primer Ministro David Cameron había expresado anteriormente respecto a que las noticias podrían ser terribles. Cameron realizó los comentarios a última hora del jueves.
El Primer Ministro inglés expresó: “Enfrentamos una situación verdaderamente adversa en este complejo de gas de BP en Argelia. Varios ciudadanos británicos fueron tomados como rehenes. Tenemos conocimiento de la muerte de uno de ellos. Las fuerzas armadas argelinas atacaron el complejo. Es una situación muy peligrosa, muy incierta, muy cambiante. Creo que tenemos que estar preparados para la posibilidad de recibir malas noticias próximamente”.
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