El líder norcoreano Kim Jong-un exhortó a la armonía con Corea del Sur en lo que se cree es el primer discurso de Año Nuevo de un dirigente de aquel país en diecinueve años. En el discurso, transmitido el día de Año Nuevo, Kim no hizo mención al polémico programa nuclear del país y dijo que la economía era su primera prioridad.
Kim Jong-un dijo: “Una cuestión importante para poner fin a la división del país y lograr su reunificación es eliminar la confrontación entre el norte y el sur. Los antecedentes de las relaciones intercoreanas demuestran que el enfrentamiento entre compatriotas no lleva a otra cosa que la guerra”.