Víctimas de abuso sexual de menores por parte de sacerdotes de la iglesia católica de Los Ángeles exigen justicia tras hacerse público que jerarcas de la iglesia conspiraron para el encubrimiento de los delitos de abuso. Documentos internos recientemente descubiertos confirmaron que la Arquidiócesis Católico Romana de Los Ángeles ocultó pruebas de abuso sexual de menores deliberadamente durante más de una década, al trasladar fuera del estado a curas que llevaban a cabo abusos para evitar cargos judiciales, impidiendo así que éstos confesaran ante terapeutas que se habrían visto forzados a informar de los abusos a la policía. Manuel Vega, un niño víctima de abuso cuyo caso formó parte de un acuerdo alcanzado en el año 2007, instó a llevar a cabo una nueva investigación del actualmente retirado arzobispo cardenal Roger Mahony y de su máximo asesor, Thomas Curry.
Manuel Vega declaró: “Sentir las manos del sacerdote en mi cuello, sentir su aliento en mi cuello, escucharlo mientras me habla, sentir su cuerpo contra el mío, sentirlo violarme. Hay aromas, sensaciones, sentimientos… Hay que ponerse en el lugar de la víctima para comprender lo que la Iglesia Católica está encubriendo. Esto es lo que el Cardenal Mahony, lo que el Obispo Curry, lo que los vicarios del clero, las monjas, los abogados… este es el motivo por el que se reunieron y de lo que hablaron, y realizaron estos pactos secretos para proteger a esos sacerdotes”.
Según se anunció, los archivos correspondientes a aproximadamente 75 sacerdotes acusados de abuso se harán públicos en las próximas semanas, de conformidad con lo establecido en el acuerdo alcanzado en 2007 con más de 500 víctimas.