Un agente retirado de la CIA que denunció el programa de tortura de ese organismo durante el gobierno de George W. Bush fue sentenciado a dos años y medio de prisión. John Kiriakou se declaró culpable de un sólo cargo por revelar la identidad de un agente secreto, en el marco de un acuerdo que hizo que la fiscalía retirara los cargos presentados según la Ley de Espionaje. Kiriakou fue el primer funcionario de la CIA en confirmar públicamente y dar detalles acerca del programa de tortura del gobierno de Bush al relatar de qué manera se practicó el submarino a Abu Zubaydah, agente de Al Qaeda, durante una entrevista para ABC News llevada a cabo en 2007. También es el primer funcionario de la CIA encarcelado por motivos relacionados a la tortura, aún entre quienes la practicaron. Fuera del juzgado, el fiscal Neil Macbride dijo que la sentencia de Kiriakou constituye una advertencia para otros informantes.
Macbride sostuvo: “Como acaba de decir la jueza durante la audiencia, la sentencia de hoy debería ser un recordatorio para cada persona que trabaje para el gobierno y que por su función detente información delicada relativa a defensa nacional o a la identidad de agentes encubiertos de que resulta de vital importancia que dicha información se mantenga segura y no se divulgue públicamente o se comparta con otras personas que no tienen acceso autorizado a la misma”.
La jueza que entiende en el caso, Leonie Brinkema, dijo a Kiriakou que lo habría sentenciado a más tiempo de prisión de no haber sido por los límites establecidos por el acuerdo. Quienes apoyan a Kiriakou afirman que ha sido injustamente perseguido en el marco de la campaña de represión de informantes del gobierno llevada a cabo por el gobierno de Barack Obama. En un comunicado en que se insta a Obama a conmutar la sentencia de Kiriakou, quienes los suscriben —entre ellos abogados y ex agentes de la CIA— expresaron: “Kiriakou es un informante contra la tortura, denunció actos de tortura porque creía que violaban su juramento de fidelidad a la Constitución… Por favor, Señor Presidente, no permita que su legado sea aquel en que sólo quien denuncia va a prisión”. En declaraciones efectuadas tras recibir su sentencia, Kiriakou agradeció a varios funcionarios de inteligencia que, según dijo, apoyaron su causa.
John Kiriakou afirmó: “Me gustaría agradecer a decenas de agentes de la CIA y del FBI retirados y en servicio, así como a fiscales federales adjuntos que estuvieron de mi lado, aunque la mayoría de ellos haya tenido que hacerlo en privado. Les agradezco sus tarjetas, sus correos electrónicos, las donaciones que efectuaron al fondo de mi defensa. Fue su amistad y el apoyo de mis amigos y de mi familia lo que me ayudó a pasar por esto”.
Kiriakou permanecerá en libertad hasta que se le ordene cumplir su condena de 30 meses.
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