En las Naciones Unidas, la vocera de la agencia para los refugiados, Melissa Fleming, hizo un llamado a brindar una mayor asistencia a Malí y afirmó que los civiles del norte están denunciando abusos por parte de los rebeldes.
Melissa Fleming dijo: “Renovamos nuestro llamado a aumentar en forma urgente la ayuda internacional para centenares y miles de personas que han sido desplazadas por la guerra en Malí. Es para prevenir el empeoramiento de una situación humanitaria que ya es muy frágil en todo el Sáhel. Lo que realmente nos preocupa son los relatos de los desplazados internos y los refugiados. Un ex habitante de Gao, por ejemplo, que abandonó la ciudad después de los recientes ataques aéreos, nos dijo que hay muy pocos alimentos y combustible. Dice que los rebeldes han despojado de medicamentos a los hospitales, y que en estos hay cadáveres por todos lados”.
El ejército de ese país también enfrenta acusaciones de ataques contra civiles. La organización Human Rights Watch advierte que las fuerzas malienses han cometido abusos en la ciudad central de Niono, particularmente contra árabes y tuaregs, grupos étnicos vinculados con los rebeldes del norte.