En Phoenix activistas logran reunir a una familia a punto de ser separada por deportación

Reportaje31 de enero de 2013
Mientras el presidente Obama apoya un plan migratorio que contempla la posibilidad de que algunos de los once millones de residentes indocumentados accedan a la ciudadanía estadounidense, las deportaciones siguen a un nivel record. Analizamos un caso de Arizona, donde una familia casi queda separada por una infracción de tránsito cometida hace tres años. Anoche, José Arma de 11 años de edad se reunió con su padre, Edi Arma, que había sido detenido hacía dos semanas y estaba a punto de ser deportado a Guatemala. Un día después de su reencuentro, José y Edi se comunican con nos nosotros desde Phoenix, junto a la activista a favor de los derechos de los inmigrantes Viridiana Hernández, que participó de la organización de una campaña comunitaria para lograr la liberación de Edi.
Transcripción
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JUAN GONZÁLEZ: Esta semana se ha dado un gran impulso a la propuesta de realizar una reforma migratoria integral. El lunes, senadores demócratas y republicanos anunciaron un proyecto de reforma que incluye el acceso a la ciudadanía para algunos de los 11 millones de indocumentados que, según se estima, viven en Estados Unidos. El martes, el presidente Obama pronunció un discurso apoyando dicha propuesta.

PRESIDENT BARACK OBAMA: Estoy aquí hoy porque ha llegado el momento de realizar una reforma migratoria integral y racional. Ahora es el momento. Tenemos que resolver la situación de las 11 millones de personas que están aquí en forma ilegal. Estamos de acuerdo en que estos hombres y mujeres deberían ganarse el acceso a la ciudadanía. Pero para que esta reforma migratoria integral funcione, debe quedar claro desde el principio que existe la vía para alcanzar la ciudadanía.

JUAN GONZÁLEZ: Durante su discurso, el presidente Obama también pidió un endurecimiento de la vigilancia fronteriza y un sistema para rastrear a las personas que permanecen en el país con visas vencidas. Más de 400.000 personas han sido deportadas este año, cada año desde que Obama está en el gobierno.

AMY GOODMAN: Mientras el presidente Obama hacía estas declaraciones en Nevada, una emotiva escena tenía lugar en el vecino estado de Arizona. Desde hace dos semanas, activistas por los derechos de los inmigrantes vienen trabajando para reunir a tres niños nacidos en Estados Unidos con su padre, que fue detenido recientemente. Este miércoles era la fecha límite para la deportación de Edi Arma a Guatemala, desencadenada por un control de tránsito en 2009. Arma fue detenido en la puerta de su casa a principios de este mes, cuando se disponía a llevar a sus hijos a la escuela. Su hijo José, de 11 años de edad, presenció el momento en que los agentes de Inmigración y Control de Aduanas se llevaban detenido a su padre.

JOSE ARMA: Era lunes por la mañana, mis hermanas y yo estábamos por ir a la escuela, mi papá estaba fuera, y yo estaba saliendo para abrir con él el auto, en ese momento llegaron estos hombres y lo agarraron, y lo arrestaron. Lo arrestaron, y yo traté de decirle adiós a mi… a mi papá, pero ellos, cuando yo estaba tratando de decirle adiós, me empujaron y me caí al suelo.
AMY GOODMAN: Anoche, después de una campaña impulsada por dirigentes comunitarios, el grupo Puente Arizona y su hijo, entre otros, Edi Arma pudo reunirse con su familia. Edi obtuvo un permiso para permanecer y trabajar en el país por un año, pero la deportación aún sigue siendo una amenaza.

Edi y su hijo nos acompañan ahora desde Phoenix. También está con nosotros Viridiana Hernández, una activista por la ley DREAM, que también colaboró en esta campaña.

Bienvenidos a Democracy Now! Comencemos con José. Jose, tienes 11 años. Has ayudado a liberar a tu papá. ¿Cómo te sientes hoy?

JOSE ARMA: Hoy estoy contento de que él esté afuera y de que lo hayan dejado ir.

AMY GOODMAN: Y Edi, ¿por qué te detuvieron? ¿Y cómo se siente estar en libertad después de varias semanas detenido?

EDI ARMA: Pues me siento muy contento de estar con mi familia de nuevo. Feliz por ver a mi hijo luchar por su padre y aquí estoy con él, con mis hijas. Estoy muy contento por volver nuevamente con ellos.

JUAN GONZÁLEZ: Y Viridiana, ¿podrías hablar sobre la campaña llevada a cabo para presionar al gobierno para que reconozca la difícil situación de esta familia en particular?

VIRIDIANA HERNANDEZ: Sí. Bueno, comenzamos a organizarnos y nos concentramos en el caso de Edi. Él no tiene antecedentes penales. Tiene tres hijos estadounidenses. De acuerdo con todas las pautas establecidas por el gobierno de Obama, Edi era un caso de baja prioridad. Entonces usamos la promesa que ellos mismos hicieron, para decirles “esto es lo que ustedes dijeron. Dijeron que los miembros de nuestra comunidad no serían deportados si no eran criminales. Y Edi no es un criminal”. Y pasó que el mismo día que Obama daba su discurso sobre la inmigración, Edi estaba a punto de ser deportado. Entonces continuamos presionando, diciéndoles que eso que estaban diciendo eran mentiras, que nuestra comunidad sigue siendo deportada día a día, y en grandes cantidades, pero al mismo tiempo logramos que nuestros congresistas hicieran presión, ya que nosotros somos sus votantes, logramos que abogaran por esta familia y por José; por estos tres niños, que son ciudadanos estadounidenses.

AMY GOODMAN: José, ¿entendiste lo que pasaba en ese momento que tu padre fue detenido en la entrada de tu casa, cuando estaba por llevarte a ti y a tus hermanas a la escuela?

JOSE ARMA: Bueno, ese día yo no sabía por qué se lo llevaban. Y le pregunté a mi mamá: “¿Por qué?” Pero a ella no le dijeron nada. Entonces, yo no entendía por qué se lo habían llevado.

AMY GOODMAN: ¿Esos hombres dijeron quiénes eran y por qué estaban haciendo eso?

JOSE ARMA: No, no dijeron nada.

JUAN GONZÁLEZ: Edi Arma, el tiempo que pasó detenido, ¿podría hablar de eso también, contarnos cómo fue?

EDI ARMA: Fueron como seis personas y me dijeron que tenía delito con ellos y pues, actuaron de una manera que… pues delante de mis hijos, algo que yo no quería que ellos vieron. Y les pedí por favor no me esposaran, para que mis hijos no vieran todo eso. [Cuando estaba arrestado] pues fue un poco difícil pasar por donde tenemos que estar y para mí, confuso el pensar que no volvería a estar con mis hijos, el tiempo que estuve ahí. Cómo comunicarme para que alguien ayudarme, y pues, aquí la señorita Viri hizo mucho por mí. Y pues aquí estamos, estoy nuevamente con mi hijo, gracias a la organización que existe, los activistas y toda la ayuda comunitaria que hay aquí.

AMY GOODMAN: Viridiana Hernández, para terminar, tú sabes lo que es ser arrestada. Eres parte del grupo de jóvenes DREAMers. Tu misma fuiste arrestada en una manifestación, aunque también corres el riesgo de ser deportada. ¿Puedes hablar sobre la propuesta actual, cómo les afecta a ustedes como activistas y a los estudiantes con los que han trabajado para cambiar las leyes migratorias de Estados Unidos?

VIRIDIANA HERNANDEZ: Ser una estudiante indocumentada ha sido un proceso largo y frustrante. Nosotros logramos la protección de la acción diferida, pero no es suficiente. Necesitamos la acción diferida para toda nuestra comunidad. Lo que necesitamos es una reforma migratoria. Mientras tanto, aunque la gente habla y promueve la reforma migratoria, igual vemos que gente buena, como Edi, sigue siendo deportada. Así que una de las principales cosas que tenemos que destacar en esto, es su aspecto humanitario. Y si esta reforma migratoria integral va en serio, entonces tiene que ir en serio lo de parar con las deportaciones, porque mientras esperamos pasa un año más y son otras 400.000 personas deportadas. Así que, como defensora y activista de la reforma migratoria, seguimos luchando por estas cosas, pero, mientras tanto, también queremos que nuestras comunidades reciban algún tipo de asistencia. Así que eso es lo que hacemos. O sea, en este punto, ya nos hemos expuesto. Nos estamos arriesgando, porque vale la pena. Y hay tantas organizaciones que trabajaron en este caso —Puente, DREAM activists, Team Awesome— nos estamos uniendo y organizando para hacer esto.

Y políticamente, hemos votado por esta gente. Tuvimos una gran participación de votantes latinos en Arizona, puerta a puerta. La participación fue más elevada que nunca antes. O sea que no sólo los activistas tenemos esta visión, también existe desde el lado de la organización. Y tenemos los votos, también.
AMY GOODMAN: Bueno, les quiero agradecer a todos ustedes que nos hayan acompañado desde Phoenix, especialmente a José. Tienes 11 años y has luchado tanto para que tu padre sea liberado, saliendo en todos los canales de televisión, has sido muy valiente. José Arma, Edi Arma y Viridiana Hernández, muchísimas gracias por haber estado aquí con nosotros. Esto es Democracy Now! Continuaremos con este debate sobre la inmigración. Quédense con nosotros.

Edición: Verónica Gelman y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org.

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