El gobierno estadounidense inició un cierre parcial por primera vez en diecisiete años, después de que el Congreso no puso fin a un estancamiento entre ambos partidos en el plazo previsto de la medianoche de hoy. Alrededor de 800.000 trabajadores federales han sido suspendidos de sus funciones y se les pedirá a más de un millón que trabajen sin percibir un salario. El cierre estuvo encabezado por republicanos del Tea Party, que apoyaron un proyecto de ley de la Cámara de Representantes que condiciona el financiamiento del gobierno a postergar un año la Ley de Asistencia de Salud Asequible y la derogación de un impuesto para financiarla. El Senado, controlado por los demócratas, insistió en continuar financiando al gobierno hasta el 15 de noviembre sin ninguna condición. El lunes, la líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que los representantes republicanos le fallaron al país.
Pelosi declaró: “Recuerdo que el Presidente Washington al dejar su mandato advirtió acerca de los partidos políticos que estaban en guerra con el gobierno, y aquí estamos hoy. No es correcto utilizar la amenaza de cerrar el gobierno para intentar promover la agenda política propia, las cosas no funcionan así y eso se llama irresponsabilidad, y es por eso que se trata del cierre del gobierno por parte del Tea Party”.