La flexibilización de la disputa fiscal aumentó las esperanzas de que el Congreso ahora pueda considerar otros asuntos, como el camino a la ciudadanía para millones de indocumentados. Recientemente, los grupos que exigen que se ponga fin a las deportaciones sin precedentes realizadas por el gobierno del Presidente Obama han intensificado su reclamo de una reforma integral de inmigración con una serie de acciones directas en todo el país, de Washington, DC a Arizona. En una entrevista brindada a una filial del canal Univision de Los Ángeles esta semana, Obama se comprometió a impulsar la reforma al día siguiente de que se resolviera la crisis fiscal.
El Presidente Obama declaró: “Una vez terminado esto, al día siguiente estaré impulsando el llamado a la votación sobre la reforma de inmigración. Si tengo que unirme a otros defensores de esta Ley y seguir hablando y seguir luchando, lo voy a hacer, porque creo que es muy importante y ahora es el momento de hacerlo”.