El Fiscal General de Nueva York Eric Schneiderman lanzó una investigación de las tiendas Macy’s y Barneys tras denuncias de discriminación racial presentadas por clientes afroestadounidenses. Cuatro compradores afirman que los empleados de la tienda alertaron a la policía ante sospechas, basadas en prejuicios raciales, de que no podrían pagar sus costosas compras. Durante una conferencia de prensa con la Red de Acción Nacional en Harlem, el Director Ejecutivo de Barneys, Mark Lee, negó las acusaciones.
Lee expresó: “Creemos que ningún empleado de Barneys estuvo involucrado en esos incidentes. Nadie en Barneys los llevó ante nuestra seguridad interna y nadie en Barneys contactó autoridades externas”.
Periódicos de la ciudad de Nueva York llamaron al episodio “comprar y cachear”, en referencia a la polémica táctica “detener y cachear” del Departamento de Policía de Nueva York.