El Congreso General Nacional de Libia exhortó a Estados Unidos a devolver a un importante sospechoso de pertenecer a la organización Al Qaeda, que fue capturado este fin de semana en las calles de Trípoli. Abu Anas al-Liby, requerido por el atentado contra la embajada de Estados Unidos de 1988 en África Oriental, está retenido en un buque de la Marina en el mar Mediterráneo. Aparentemente está siendo interrogado sin abogado y se le están denegando sus derechos conforme a la ley Miranda. Su arresto ha desencadenado concentraciones en Libia y nuevas presiones sobre el asediado gobierno libio. El martes, el Ministro de Justicia libio, Salah al Marghani, calificó la captura de al-Liby como un secuestro.
Salah al Marghani expresó: “Le hemos dejado en claro al gobierno de Estados Unidos que esto es un acto de secuestro de un ciudadano libio que no respeta las leyes de nuestro país. La respuesta del gobierno estadounidense fue de que está por implementar una orden judicial”.
Una declaración del Congreso General Nacional de Libia aprobada el martes sostiene que Estados Unidos debería devolver a al-Liby y califica la captura como una “flagrante violación a la soberanía nacional”. Estados Unidos ahora afirma que el gobierno libio aprobó tácitamente la incursión luego de haber sugerido inicialmente que había suministrado ayuda. En la Casa Blanca, el Presidente Obama prometió seguir con las incursiones de Estados Unidos en países africanos.
Obama dijo: “África es uno de los lugares donde se reúnen algunos de estos grupos; en algunos casos, por falta de capacidad de los gobiernos; en otros, porque es más fácil esconderse en vastos territorios que están escasamente poblados. Y tendremos que seguir persiguiéndolos. Pero hay una diferencia entre que vayamos tras terroristas que están directamente conspirando para perjudicar a Estados Unidos y que participemos en guerras”.