La administración Obama está solicitando al Congreso aplazar una nueva ronda de sanciones a Irán en medio de las negociaciones continuas sobre el programa nuclear iraní. Legisladores de ambos partidos han prometido aprobar una medida que tiene como objetivo la exportación de petróleo iraní, a pesar de los progresos recientes en el diálogo de Irán, Estados Unidos y otras cinco potencias mundiales. Irán verá una reducción limitada en sanciones a cambio de suspender algunas actividades nucleares. Las negociaciones están programadas para continuar en Ginebra la semana próxima. El secretario de Estado, John Kerry, se reunirá hoy con miembros del Comité Bancario del Senado en un intento de retrasar el voto a las sanciones. El martes, el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, declaró que el Congreso debería darle una oportunidad al diálogo antes que llevar a los Estados Unidos a una “marcha hacia la guerra”.
Jay Carney: “Esta administración ha impuesto las sanciones más incapacitantes en la historia contra Irán, y apreciamos las influencias que nos dieron estas sanciones, y la colaboración del Congreso en ese esfuerzo, pero esto es una decisión para apoyar la diplomacia y una resolución pacífica a este tema. El pueblo estadounidense, justificada y comprensiblemente, prefiere una solución pacífica que evite que Irán obtenga armas nucleares, y este acuerdo tiene el potencial para lograrlo. El pueblo estadounidense no quiere una marcha hacia la guerra.”