En la ciudad de Nueva York, trabajadores jornaleros y sus simpatizantes se concentraron el domingo para pedir una reforma migratoria y para destacar el papel de los trabajadores inmigrantes en la recuperación tras el huracán Sandy, que tuvo lugar hace poco más de un año. Los trabajadores realizaron una marcha en la Plaza Foley y exhortaron a que se exima de la deportación a los trabajadores que ayudaron a reconstruir la ciudad. La manifestación tuvo lugar poco después de que un informe del periódico New York Daily News mostrara que el 74% de los trabajadores de la construcción que mueren en el desempeño de sus tareas son de origen latino, a pesar de que cifras del censo indiquen que sólo el 41% de dichos trabajadores tienen ese origen. Pablo Alvarado, de la agrupación National Day Laborer Organizing Network, sostuvo que la seguridad para los trabajadores de rescate constituye una demanda clave.
Alvarado expresó: “Tras un desastre natural, los trabajadores necesitan estar protegidos, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por su sigla en inglés) llega y brinda ayuda a propietarios y personas afectadas. Pero los derechos de los trabajadores, de las personas que entran, de los que brindan primera respuesta, que entran y sacan aguas contenidas y no reciben guantes ni cascos, eso tiene que cambiar”.