La Casa Blanca enfrentó críticas durante el fin de semana tras revelarse que un estadounidense desaparecido capturado en Irán trabajaba para la CIA. Robert Levinson desapareció en 2007 luego de llegar a la isla iraní de Kish para espiar al gobierno de Irán. La CIA dijo al Congreso y al FBI que no mantenía vínculo alguno con el organismo en ese momento. Sin embargo, la semana pasada se reveló que Levinson viajó a Irán por orden de analistas de la CIA. El viernes, el Secretario de Prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, evitó responder preguntas respecto a la vinculación de Levinson con la CIA.
Jay Carney expresó: “Bob Levinson no era funcionario del gobierno estadounidense cuando despareció en Irán. Dado que existe una investigación en curso respecto a su desaparición, no voy a efectuar comentarios en relación a lo que podría haber estado haciendo o no en Irán. No voy a verificar cada una de las afirmaciones hechas en la historia a la que hacen referencia, una historia cuya publicación, desde nuestro punto de vista, fue un acto muy irresponsable que exhortamos al medio de prensa a no cometer por preocupaciones relativas a la seguridad del Sr. Levinson. Tampoco voy a decir nada que pueda luego perjudicar nuestros esfuerzos para traer al Sr. Levinson de regreso a casa sano y salvo, lo cual ha sido nuestro objetivo durante estos seis años y medio que ha estado desaparecido”.
Aparentemente, la Casa Blanca podría afirmar que Levinson no era funcionario del gobierno de Estados Unidos ya que técnicamente era contratista de la CIA. No ha habido signos de que Levinson se encuentre con vida durante casi tres años. El gobierno de Obama sostiene que prosigue con su intento de traer de regreso a Levinson mediante “varios canales distintos”.
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