Un grupo de trabajo nombrado por la Casa Blanca ha propuesto una serie de límites a las operaciones de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional denunciadas por Edward Snowden. El jueves, el panel recomendó que la NSA detenga la recopilación masiva de millones de registros de llamadas telefónicas de Estados Unidos, debido al “riesgo que implica para la confianza pública, la privacidad personal y las libertades civiles”. El panel sostiene que, en cambio, las empresas proveedoras de servicios de telecomunicaciones o terceros deberían almacenar los registros. El panel también realizó un llamamiento para prohibir que la NSA “viole los mensajes codificados” y critica el uso de fallas en programas informáticos para realizar ataques cibernéticos. Además, apoya la creación de un panel de revisión independiente para supervisar si los programas del gobierno violan las libertades civiles. En la Casa Blanca, el Secretario de Prensa Jay Carney afirmó que revisarán las conclusiones del panel.
Carney declaró: “En las próximas semanas, revisaremos el informe del grupo de revisión y sus 46 recomendaciones mientras definimos el camino a seguir, que incluye ver qué recomendaciones aplicaremos, cuáles requieren un mayor estudio y cuáles no aplicaremos”.