La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos acusó directamente al Presidente sirio Bashar al-Assad de crímenes de guerra, al sostener que investigadores de la ONU hallaron pruebas que señalan “responsabilidad al más alto nivel del gobierno, que incluye al jefe de Estado”. Navi Pillay dijo que investigadores hallaron “una gran cantidad de pruebas” de que se cometieron crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Siria. Los investigadores también responsabilizaron a grupos de la oposición de cometer crímenes de guerra, aunque en menor grado. Pillay reiteró su llamamiento a que el conflicto sea remitido al Tribunal Penal Internacional (TPI).
Navi Pillay dijo: “La investigación del uso de armas químicas, que es absolutamente necesaria, no debería servir para distraer la atención del hecho de que más de 100.000 personas murieron como consecuencia del uso de armas convencionales. Culpabilizar a los responsables debería ser la principal prioridad de la comunidad internacional, y quisiera reiterar esto una y otra vez al inicio de las negociaciones de Ginebra 2. Reitero mi pedido a todos los Estados miembros de remitir la situación al TPI”.