Rebeldes armados tomaron control de la mayor represa hidroeléctrica de Siria en medio del persistente combate en la capital, Damasco. La noticia surge mientras los rebeldes también preparan una ofensiva para tomar control de la ciudad de Deir al-Zor, al este del país, una medida que les daría control de una provincia entera por primera vez. Mientras tanto, al menos trece personas murieron y docenas resultaron heridas cuando un autobús explotó cerca de la frontera con Turquía. El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, habló en un evento público en Nueva York, donde continuó advirtiendo que Siria está siendo destruida.
Ban Ki-moon declaró: “Siria es autodestructiva. Tras casi dos años de conflicto ya no contamos los días ni las horas, sino los cuerpos. Otro día significa cientos, 200 o 300 muertos más. El combate aumenta al igual que el odio sectario. La catástrofe, la cantidad de crímenes de guerra aumenta y la violencia es generalizada. La destrucción es sistemática. Siria está siendo destruida, pedazo a pedazo”.
En medio de la incesante violencia, tanto el régimen de Assad como la oposición están considerando participar en posibles negociaciones. En respuesta al ofrecimiento de los rebeldes de mantener negociaciones en el norte del país controlado por la oposición, el régimen de Assad afirmó el lunes que está dispuesto a reunirse en cualquier país extranjero. En una entrevista, el miembro del gabinete de Assad Ali Haidar sostuvo que dialogaría con el líder de la oposición Moaz al-Khatib “en una ciudad extranjera (…) para preparar un diálogo nacional”.
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