Crece la indignación por el encarcelamiento por parte de Israel de miles de palestinos, tras la muerte de un prisionero en custodia de Israel. El gobierno israelí afirma que el prisionero, Arafat Jaradat, murió de un ataque al corazón. Sin embargo, en la autopsia no se hallaron indicios de una falla cardíaca y un médico palestino que examinó el cadáver de Jaradat sostiene que observó señales claras de tortura. Jaradat fue arrestado en los territorios ocupados de Cisjordania la semana pasada por lanzar piedras contra colonos israelíes. En una conferencia de prensa realizada en Ramallah, el ministro palestino de asuntos para los prisioneros afirmó que Israel es responsable de la muerte de Jaradat.
Issa Qaraqea declaró: “Había marcas visibles en la autopsia que dejaron en claro que el detenido Arafat Jaradat fue gravemente torturado, lo que provocó su muerte inmediata. Israel es responsable de haberlo matado mientras lo interrogaba”.