Docenas de manifestantes marcharon hacia edificios gubernamentales de Detroit el jueves para oponerse a la designación de administradores de emergencia en todo el estado. La concentración se realizó un día después de que una coalición de grupos religiosos y de defensa de derechos civiles presentara una demanda impugnando a los administradores de emergencia en Detroit y otras cinco ciudades de Michigan. Los administradores han recibido amplios poderes, incluida la posibilidad de desautorizar a funcionarios electos, en un intento de corregir los problemas financieros. La nueva demanda acusa a la polémica ley de administradores de emergencia de Michigan de imponer “una nueva forma de gobierno” en el estado. La normativa de emergencia ha afectado en forma desproporcionada a los afroestadounidenses, ya que ahora más de la mitad de los que residen en Michigan viven bajo la gestión de dirigentes no electos. En un tribunal federal en Detroit, el reverendo Al Sharpton calificó a la situación de Michigan como una lucha nacional.
Sharpton dijo: “Esta es una cuestión local, pero es una lucha nacional. Lo que el gobernador [Rick] Snyder ha hecho es anular a los votantes de esta ciudad, interponer su propia voluntad, algo en contra de lo que se manifestó el Dr. Martin Luther King hace 50 años”.
El nuevo administrador de emergencia de Detroit, Kevin Orr, empezó a ejercer el cargo esta semana.