Connecticut ha promulgado una nueva ley de control de armas casi cuatro meses después de la masacre de la escuela primaria Sandy Hook en Newtown. La medida exige la verificación universal de antecedentes como requisito para la venta de armamento, aumenta el registro de armas, amplía la prohibición del estado a las armas de asalto y vuelve ilegal, a partir de ahora, la venta de cargadores con capacidad para más de diez balas. En la ceremonia de promulgación realizada el jueves, el gobernador Dannel Malloy definió a la ley como un modelo para los intentos de aprobar un proyecto de ley sobre control de armas a nivel federal.
El gobernador Dannel Malloy declaró: “Hemos unido fuerzas de una forma que pocos lugares de nuestro país han demostrado la capacidad de hacerlo. En algún sentido, espero que este sea un ejemplo para el resto del país, ciertamente para nuestros líderes políticos en Washington, que parecen estar tan divididos con respecto a la verificación universal de antecedentes, un asunto en el que la opinión pública no está dividida”.
El Presidente Barack Obama visitará Connecticut el lunes como parte de su intento de lograr apoyo público para el control de armas a nivel nacional.