El Presidente Obama afronta oposición de progresistas y posible apoyo de los republicanos a su última propuesta de realizar recortes a la seguridad social y al programa Medicare. Obama planea revelar el plan de presupuesto esta semana, en el que se propone apoyar una nueva fórmula que implicará un ajuste a los servicios de seguridad social por considerarlos parte del costo de vida, conocida como IPC encadenado, además de recortes a otros beneficios que pretendían los republicanos. A cambio, Obama procuraría el apoyo de los republicanos para nuevos impuestos a los más ricos y dinero para invertir en infraestructura. Obama realizó una propuesta similar el año pasado al presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner. El senador republicano Lindsey Graham habló en el programa de NBC “Meet the Press”, donde elogió los recortes propuestos por Obama.
Graham dijo: “Hay partes de este presupuesto que me parecen optimistas. En general es un mal plan para la economía, pero se está comenzando a preparar el terreno para lograr un importante acuerdo… El Presidente está demostrando un poco de flexibilidad y eso es alentador. Su presupuesto en general no será aprobado, pero ha avanzado en el proceso de reforma de los beneficios sociales que le permitiría a un tipo como yo comenzar a hablar de darle forma al código tributario y generar más ingresos”.
En una declaración, el senador independiente Bernie Sanders de Vermont criticó a Obama por reanudar la oferta y prometió contribuir a que el plan no se apruebe. Sanders afirmó: “Recuerdo cuando Obama afirmó que estaba preocupado por los jubilados que tienen dificultades económicas y fue firme en su oposición a los recortes a la ayuda asociada al costo de vida… [La reducción del déficit] no debe hacerse a costa de algunas de las personas más vulnerables de este país”.