El número estimado de muertos tras el fuerte tornado que azotó Oklahoma supera las 91 personas, entre las que se encuentran veinte niños. Más de 200 personas resultaron heridas. La tormenta destruyó el barrio de Moore en la Ciudad de Oklahoma y sacudió dos escuelas primarias, un hospital y varias casas. Los equipos de rescate continúan la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros. Un testigo dijo que el tornado fue tan fuerte que abrió la puerta de un sótano.
Ricky Stover declaró: “Pensamos que moriríamos, estábamos en el sótano y trancamos la puerta cuando vimos que se avecinaba la tormenta. Se volvió más fuerte y de pronto vimos que se abrió la tranca y no podíamos alcanzarla y la puerta se abrió y los vidrios y los escombros comenzaron a caernos encima. Sinceramente, pensamos que moriríamos”.
La tormenta del lunes fue el tornado que dejó más víctimas mortales en Estados Unidos desde que 161 personas murieron en Joplin, Missouri, hace dos años. El Presidente Barack Obama declaró a Oklahoma zona de desastre y ordenó el envío de ayuda federal.