Seis personas murieron el viernes luego de un tiroteo en Santa Mónica, California. El sospechoso, John Zawahri, habría incendiado la casa de su familia y ultimado a tiros a su padre y a su hermano. La policía dice que luego secuestró un auto, abrió fuego en el campus de Santa Monica College y dio muerte a otras tres personas. Varias personas más resultaron heridas. Zawahri tenía un rifle de asalto AR-15, arma automática similar a la usada en la masacre de la escuela de Newtown. La jefa de Policía de Santa Mónica, Jacqueline Seabrooks, dijo que la policía había recuperado más de 1.300 municiones.
Seabrooks declaró: “Si todos los cartuchos hubieran estado completamente cargados, alrededor de mil trescientos cartuchos, y eso es una estimación, se podrían haber disparado los mil trescientos cartuchos de no haber habido una interdicción y si esa persona no hubiera sido neutralizada en el momento adecuado. Yo diría que cualquiera que se pone un chaleco, sale con una bolsa llena de cartuchos, tiene un receptor adicional, tiene un revólver y un rifle semiautomático, secuestra gente en un auto, va a una universidad, mata más gente y tiene que ser neutralizado por la policía, yo diría que eso es premeditado”.