Japón y algunas zonas de Corea del Sur prohibieron la importación de trigo desde Estados Unidos luego del descubrimiento de un cultivo genéticamente modificado en Oregon. Las pruebas genéticas confirmaron que el trigo transgénico proviene de la gigante agrícola Monsanto. Hace varios años se realizaron pruebas de campo con la variedad resistente a herbicidas antes de que las protestas ayudaran a obligar a Monsanto a retirar esta variedad del proceso de autorización. La Unión Europea solicita a los miembros que realicen pruebas a lo que asciende al 80% del trigo importado de Estados Unidos. En Washington, funcionarios del Departamento de Agricultura destacaron que el trigo es seguro.
Michael Firko dijo: “Analizamos este fenotipo transgénico en particular en una gran variedad de cultivos: algodón, maíz, soja, canola y trigo. Y aunque no hay variedades de trigo aprobadas para un cultivo ilimitado, no existe ninguna inquietud respecto de la seguridad del cultivo de trigo transgénico en este momento”.
Bernadette Juarez dijo: “Somos conscientes de la importancia de este tema para la población estadounidense y la industria agrícola y tenemos un equipo de investigadores dedicados a trabajar diariamente para recolectar toda la información y pruebas disponibles para poder llegar a una conclusión de lo que sucede. Aprovecharemos todo el alcance de nuestra autoridad en el marco de la Ley de Protección Fitosanitaria para proteger la agricultura estadounidense”.
En una declaración, el Centro de Seguridad Alimentaria urgió a los reguladores que suspendieran todas las pruebas de campo de cultivos genéticamente modificados, al afirmar: “Nuestros agricultores y la oferta de alimentos corren graves peligros con tales episodios de contaminación y sin embargo, la industria de la biotecnología responsable no rinde cuentas”.