La policía turca continúa reprimiendo violentamente las manifestaciones masivas contrarias al gobierno. El miércoles, la policía arrojó gases lacrimógenos y utilizó cañones de agua contra la gran multitud que se manifestaba en la capital, Ankara. Al menos 3300 personas fueron arrestadas en los cinco días de protestas. Un activista turco dijo que esto no disuadirá a los manifestantes.
Ömer Madra dijo: “Hoy falleció la tercera persona y más de 2000 resultaron heridas. Pero la cantidad de manifestantes que participa en estas protestas no disminuirá en lo absoluto. Ya nadie tiene miedo”.