Miles de personas de ambos bandos políticos de Egipto se concentran hoy en medio de una visita de un alto funcionario de Estados Unidos. El Subsecretario de Estado William Burns está en El Cairo para las primeras conversaciones de alto nivel entre Estados Unidos y Egipto desde el derrocamiento del Presidente Mohammed Morsi. El domingo, un vocero de los Hermanos Musulmanes ridiculizó a Estados Unidos por rehusarse a calificar el derrocamiento de Morsi como un golpe de Estado, ya que eso pondría en peligro la ayuda militar de 1.300 millones de dólares que ese país otorga a Egipto.
Gehad El-Haddad manifestó: “No se trata de que el Presidente Morsi sea liberado, ni siquiera de su seguridad personal. Se trata de proteger la opción democrática del pueblo egipcio y la opción electoral en defensa de la cual han pasado horas bajo el sol durante cinco veces en los últimos dos años. Se trata de proteger la voluntad del pueblo y de no permitir que los militares asuman un rol político y sancionen un golpe de Estado militar mientras que Estados Unidos sigue con miedo de usar la palabra 'golpe'”.
En un discurso pronunciado el domingo, el jefe de las Fuerzas Armadas de Egipto, el general Abdel Fattah al-Sisi, defendió la destitución de Morsi y dijo que los militares estaban ejecutando la voluntad popular. El gobierno interino de Egipto sigue conformando el nuevo gabinete. El domingo, el veterano diplomático Mohammed ElBaradei asumió como vicepresidente interino para las relaciones internacionales.