El juez que supervisa la quiebra de Detroit ha congelado todas las impugnaciones legales, mientras la ciudad procura protección ante los acreedores. El Capítulo 9 de la declaración de quiebra de Detroit ha iniciado lo que podría ser una prolongada batalla legal con miles de empleados municipales actuales y ya jubilados, cuyas pensiones y beneficios médicos enfrentan importantes recortes. El miércoles, el juez Steven Rhodes suspendió todas las demandas contra Detroit, su gerente de emergencia Kevyn Orr y el gobernador de Michigan Rick Snyder, durante el proceso de quiebra. Fuera de la audiencia, el bombero Darrell Freeman, de Detroit, participó en una concentración para salvar las pensiones de los trabajadores públicos.
Freeman afirmó: “Todo lo que el gobernador Snyder y Kevyn Orr están haciendo es ilegal e inconstitucional. Estamos aquí para defender nuestros derechos como trabajadores de la ciudad, desde el Departamento de Bomberos. Trabajé durante 29 años. Es absurdo que nos quieran sacar las pensiones, y ese fue el plan del gobernador desde el principio”.