El gobernador de Florida, el republicano Rick Scott, está reflotando su polémico intento de purgar a presuntos no ciudadanos de los registros electorales. La purga comenzó antes de las elecciones presidenciales del año pasado, pero cesó en medio de denuncias de discriminación de latinos y de muchos ciudadanos que cumplían con los requisitos para votar. La investigación involucró en un principio a una lista de 180.000 presuntos no ciudadanos, que finalmente se redujo a 200 y en última instancia terminó en un solo procesamiento por fraude. La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que en junio anuló una parte clave de la Ley de Derechos Electorales permitió a varios estados seguir adelante con restricciones al derecho al voto. En Florida, el grupo “Dream Defenders” promete responder con una campaña de votantes cuyo objetivo es llegar a 61.500 personas, el margen de votos con el que el gobernador Rick Scott ganó en 2010. Los integrantes de “Dream Defenders” han estado acampados frente a las oficinas del gobernador por casi un mes. Exigen cambios como la anulación de la ley de legítima defensa “Stand Your Ground” de Florida. El director ejecutivo del grupo, Philip Agnew, anunció su más reciente campaña.
Agnew afirmó: “Queremos registrar a los olvidados: los negros, los mulatos, los indigentes, los pobres, los miembros de la comunidad LGBTQ. E iremos a buscarlos donde están: los salones de clase, el centro comercial, el club, la esquina, la parada del autobús. Y los alentaremos a votar en nombre de sus problemas, no en el de ningún candidato. Los alentaremos a usar su poder en las urnas, no por ningún partido ni por promesas ni por complacer a nadie, sino de una forma que empodere a los jóvenes, la gente de color, los pobres del estado de Florida”.
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