En Washington, el Secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry condenó la violencia en Egipto, pero el gobierno de Barack Obama anunció que no tomaría medidas para recortar la ayuda a las fuerzas militares egipcias.
El Secretario de Estado Kerry declaró: “Los acontecimientos de hoy son deplorables y son contrarios a las aspiraciones egipcias de paz, inclusión y democracia verdadera. Los egipcios dentro y fuera del gobierno necesitan dar un paso atrás. Necesitan calmar la situación y evitar la pérdida de más vidas. También nos oponemos firmemente a que se vuelva a imponer un estado de emergencia e instamos al gobierno a respetar los derechos humanos básicos como el derecho a realizar reuniones pacíficas y al debido proceso, según la ley”.