El Presidente Barack Obama respondió a la situación en Egipto desde Martha’s Vineyard, donde se encuentra de vacaciones. Obama criticó la violencia pero se abstuvo de calificar de golpe de Estado a la destitución del Morsi del mes pasado o de anunciar algún recorte a los 1.500 millones de dólares que se destinan anualmente para ayuda al ejército egipcio.
El Presidente Obama expresó: “Si bien deseamos mantener nuestras relaciones con Egipto, nuestra tradicional cooperación no puede continuar como de costumbre cuando hay civiles asesinados en las calles y derechos que están siendo reducidos. Como consecuencia, esta mañana nuestro país notificó al gobierno egipcio que cancela los ejercicios militares conjuntos bianuales previstos para el mes próximo. Además, solicité a mi equipo de seguridad nacional que evalúe las inferencias de las acciones adoptadas por el gobierno interino y los pasos que tal vez debamos dar con respecto a las relaciones entre Estados Unidos y Egipto”.
Más tarde, el jueves, la portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki afirmó que el gobierno examina “todas las formas” de asistencia a Egipto.