La policía británica inició una investigación penal de los materiales confiscados al socio del periodista Glenn Greenwald en el aeropuerto de Londres. David Miranda se dirigía a su país de origen, Brasil, cuando fue detenido durante nueve horas en virtud de la ley antiterrorista británica. Fue interrogado varias veces y le confiscaron varios efectos personales, entre ellos unidades de memoria flash que contenían información utilizada por Greenwald en su informe sobre la vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por su sigla en inglés). El jueves, un tribunal británico falló que los investigadores pueden investigar los datos confiscados a Miranda por posibles vínculos con el terrorismo, pero no por posibles actos criminales. La abogada de Miranda, Gwendolen Morgan, dijo que el fallo es una victoria parcial.
Morgan declaró: “El tribunal aceptó hoy que para que el Ministerio del Interior y la policía puedan ver el material debe existir una amenaza genuina a la seguridad nacional. El Ministerio del Interior y la policía ahora tienen siete días para demostrar que existe una amenaza genuina a la seguridad nacional, en lugar de simplemente realizar afirmaciones como han hecho hoy. Las actividades que pretendía realizar la policía se suspendieron y algunos de los fundamentos mediante los cuales la policía pretendía justificar su postura fueron rechazados en forma contundente”.
El gobierno británico tiene una semana para revisar los documentos confiscados a Miranda.