El martes, el Presidente Obama dio su último discurso sobre la economía. En él afirmó que había una recuperación en el mercado inmobiliario y exhortó a que los prestamistas privados se convirtieran en el eje central del mercado y a que el gobierno federal jugara un papel más limitado. En Phoenix, Arizona, Obama respaldó un plan del Senado para poner fin a las compañías hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac “tal como las conocemos”, para evitar otra crisis inmobiliaria.
El Presidente Obama dijo: “Una de las medidas principales para asegurarnos de que no vuelva a suceder es liquidar estas compañías, conocidas como Freddie Mac y Fannie Mae, que no son realmente gubernamentales, pero tampoco parte del sector privado. Durante demasiado tiempo, se permitió a estas empresas que hicieran grandes ganancias comprando hipotecas a sabiendas de que eran malas y de que eran los contribuyentes los que terminarían pagando los platos rotos. El razonamiento era: ‘cara, nosotros ganamos; cruz, tú pierdes’. Y eso está mal. Y con lo que pasó en Wall Street, contribuyó a inflar esta burbuja de una forma que terminó perjudicando a la gente común y corriente”.