En Túnez, decenas de miles de personas inundaron las calles de la capital para conmemorar los seis meses del asesinato del defensor de los derechos humanos y opositor al gobierno islámico Chokri Belaid, que fue abatido a tiros frente a su casa el 6 de febrero. Desde hace dos semanas, Túnez está envuelto en una crisis política tras el atentado fatal contra otro líder de la oposición, Mohammed Brahmi, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, que fue asesinado el 25 de julio. El martes, la Asamblea suspendió sus actividades indefinidamente a la espera de un diálogo entre ambos bandos. Un manifestante antigubernamental hizo declaraciones el viernes en la plaza Bardo de Túnez.
Jendoubi Shaker dijo: “Estoy aquí hoy porque la situación de Túnez es crítica, porque el gobierno y la Asamblea Nacional Constituyente están devorando al pueblo tunecino. Primero que nada pedimos el derrocamiento del gobierno de [el partido islámico] Ennahda, y en segundo lugar que la Asamblea Nacional Constituyente se disuelva y se forme un nuevo gobierno. Tenemos que estar unidos por Túnez. Cada tunecino desde Bizerte en el norte a Ben Gardane en el sur debe cuidar a Túnez y protegerlo. Nuestra única preocupación es mantener la integridad del país. Tenemos que poner fin a la violencia porque luego de la revolución hemos sido testigos de tres asesinatos políticos, los de Lotfi Nagdh, Chokri Belaid, y ahora el de Mohammed Brahmi. También hemos sido testigos del ataque de nuestro ejército nacional, donde ocho soldados fueron asesinados en Chambi, y tenemos que asegurarnos de que estas cosas no vuelvan a suceder nunca más. Debemos estar unidos por Túnez”.