El gobierno sirio continúa negando haber llevado a cabo el ataque con armas químicas que tuvo lugar en Ghouta el mes pasado y que dio lugar a que Estados Unidos amenazara con acciones militares. El martes, el grupo Human Rights Watch (HWR, por su sigla en inglés) reveló los hallazgos de su investigación inicial sobre el ataque de Ghouta. El director de la oficina del grupo en Naciones Unidas, Phillipe Bolopoin, afirma que las pruebas disponibles señalan firmemente la responsabilidad del gobierno sirio.
Bolopoin expresó: “Logramos que expertos en armas químicas examinaran fotos de alta definición de los proyectiles que muy probablemente fueron utilizados en el ataque. Examinamos imágenes satelitales de los lugares en que tuvieron lugar los distintos ataques. Miramos muchos videos tras haberlos autenticado. Hablamos con médicos y testigos que nos dijeron de dónde provenían los proyectiles. Por lo cual, tomamos todos estos elementos y los examinamos detenidamente, y hay sólo una teoría que surge, y es que el gobierno sirio es responsable por el ataque”.
En un informe del día de hoy, una comisión de Naciones Unidas que investiga violaciones de los derechos humanos en el conflicto sirio acusa a ambas partes de crímenes de guerra. Los investigadores sostienen que han confirmado al menos ocho masacres cometidas por las fuerzas del régimen de Assad y una cometida por los rebeldes durante el pasado año y medio.