Ha surgido información contradictoria acerca del enfrentamiento sangriento que lleva cuatro días entre las autoridades keniatas y militantes islamistas en el centro comercial Westgate en Nairobi. Funcionarios keniatas afirman que tienen la situación bajo control y que todos los rehenes han sido liberados, mientras que el grupo militante somalí Al-Shabab sostuvo que sus combatientes aún tienen rehenes en el centro comercial, donde, según afirmaron, hay un ‘sinnúmero’ de cadáveres. Testigos afirman que continuaron los tiroteos. Alrededor de 68 personas murieron en el ataque inicial el fin de semana, que Al-Shabab afirmó fue en venganza de la intervención militar de Kenia en Somalia. Entre las víctimas mortales estaba el gran poeta ghanés Kofi Awoonor. El ministro de Asuntos Exteriores de Kenia dijo que entre los atacantes había “dos o tres” estadounidenses y una mujer británica. El Presidente Obama habló acerca de la tragedia el lunes.
El Presidente Obama declaró: “Quisiera expresar personalmente mis condolencias, no solo al Presidente Kenyatta, quien perdió a sus familiares en el ataque, sino también al pueblo de Kenia: estamos con ustedes tras esta terrible atrocidad que acaba de ocurrir. Les brindaremos el apoyo necesario en lo que refiere a la imposición del orden, y confiamos en que Kenia, que ha sido un pilar de la estabilidad de África oriental, se vuelva a poner de pie”.
La crisis provocó que jueces del Tribunal Penal Internacional sobreseyeran el juicio por crímenes de guerra contra el Vicepresidente keniata William Ruto que, junto con el Presidente Uhuru Kenyatta, afronta cargos por supuestamente haber provocado la violencia en Kenia tras las elecciones disputadas de 2007.