El ministro del Interior de Egipto, Mohammed Ibrahim, sobrevivió a un aparente intento de homicidio el jueves, cuando una bomba hizo volar el convoy en el que viajaba. Ibrahim ayudó a supervisar la represión sangrienta contra seguidores del presidente derrocado Mohammed Morsi, en la que murieron mil personas. El ministro condenó el ataque contra su vida.
Mohamed Ibrahim declaró: “Solo puedo agradecer a Dios. Fue un atentado vil. El laboratorio forense me informó que una gran bomba fue detonada a la distancia y que estaba programada para estallar a la hora exacta en que mi convoy pasaría por esa calle, porque los escombros de la explosión se dirigieron a mi auto. Destruyeron mis cuatro vehículos de seguridad y muchas tiendas de la zona, automóviles de civiles, un niño sufrió una herida en la pierna, un policía se encuentra en estado grave y hay otro con una herida en la pierna. Hay muchos más heridos de mi equipo de seguridad”.