Cientos de miles de residentes de Virginia Occidental se encuentran en su quinto día sin agua corriente potable tras un derrame químico en el río Elk. El pasado jueves, la empresa Freedom Industries derramó unos 7500 galones de un agente utilizado en extracción de carbón. Los residentes no pueden beber, cocinar ni bañarse con el agua de sus grifos. Varias escuelas y comercios han cerrado, incluso en la capital del estado, Charleston. El presidente de la compañía de agua de Virginia Occidental dijo a la población que usaran el agua solamente para descargar los inodoros.
Jeff Mcintyre dijo: “En este momento no hay agua potable. Ni caliente ni fría, todo comienza como agua fría que viene desde nuestras plantas de tratamiento. Así que cuando se dice no usar, como mencionó el gobernador, es no usar para nada que no sea para fines sanitarios”.
Docenas de personas fueron hospitalizadas desde el derrame, con síntomas como náuseas, vómitos, mareos, diarrea, erupciones y enrojecimiento de la piel. El domingo, el gobernador de Virginia Occidental, Earl Ray Tomblin, expresó que la cantidad de químicos en el agua está descendiendo, pero no mencionó cuándo volvería a ser potable.
El gobernador Tomblin expresó: “Las cifras se ven bien, y como anoche, muy alentadoras. Creo que estamos en un punto donde podemos decir que vemos luz al final del túnel”.