La unidad de la Fuerza Aérea responsable de supervisar los misiles nucleares de país se enfrenta a un importante escándalo por engaños que han tenido lugar entre sus filas. Al menos 34 oficiales perdieron sus permisos ante acusaciones de que colaboraron mutuamente para hacer trampa en un examen de aptitud mensual del año pasado. A consecuencia, la totalidad de la fuerza será evaluada nuevamente. El comandante de la Fuerza Aérea Mark Welsh anunció las suspensiones.
Welsh expresó: “Copiar o tolerar que otros lo hagan va contra todo aquello en lo que creemos. En todos los niveles, las personas deben ser responsabilizadas si corresponde y en lo que corresponde. Hemos retirado sus certificaciones a todos los 34 oficiales involucrados. Tienen prohibido participar de las tareas del equipo nuclear, se les han suspendido sus permisos de seguridad y continuará la investigación de su participación individual”.
Las suspensiones tuvieron lugar tras el cese al frente del comando ICBM —responsable de los misiles balísticos intercontinentales—, del general de la Fuerza Aérea Michael Carey. El cese de Carey se fundamentó en que éste se intoxicó y tuvo otras conductas inapropiadas mientras lideraba una delegación que participaba de negociaciones de seguridad nuclear en Rusia.