En Afganistán, el talibán perpetró dos ataques fatales contra blancos occidentales. El viernes, 21 civiles murieron cuando un atacante suicida y posteriormente combatientes armados atacaran un popular restaurante de Kabul. Entre los muertos figuran trece extranjeros, cuatro de ellos empleados de Naciones Unidas. El Secretario General Ban Ki-moon rindió homenaje a las víctimas.
Ban Ki-moon expresó: “Este es otro triste momento para Naciones Unidas ya que nuestros cuatro distinguidos colegas fueron asesinados en un ataque terrorista en Kabul. Es completamente inaceptable y es una violación del derecho humanitario internacional. Todos los implicados deberán dar cuenta de sus actos. A pesar de que Naciones Unidas está de duelo por este ataque terrorista y por las víctimas, seguimos comprometidos con el trabajo por la paz, la estabilidad y el desarrollo de Afganistán”.
Al ataque de Kabul le siguió el lunes otro atentado suicida en una base estadounidense ubicada al sur de Afganistán. Un soldado estadounidense y nueve militantes murieron. La explosión causó graves daños a varios aviones no tripulados y helicópteros estadounidenses.