En Texas, un hospital mantiene con vida artificialmente, contra la voluntad de su familia, a una mujer que sufrió muerte cerebral dado que se encuentra embarazada. Marlise Munoz se desplomó a fines de noviembre, probablemente debido a un coágulo de sangre en sus pulmones. A esa fecha, estaba embarazada de catorce semanas, momento en que al feto le faltan muchos meses para ser viable. Los médicos afirman que Munoz no registra actividad cerebral. Sin embargo, el hospital de Fort Worth hace referencia a una ley de Texas que prohíbe retirar el soporte vital a una mujer embarazada. El esposo de la mujer, Erick Munoz, dijo a una emisora de ABC que su esposa explícitamente le había dicho que nunca querría permanecer con soporte vital.
Erick Munoz expresó: “Hablamos sobre esto, éramos los dos paramédicos, vimos muchas cosas, y los dos sabíamos que no queríamos estar con soporte vital. Uno llega al punto en que desea que el cuerpo de su esposa se detenga”.
Según se informó, a pesar de las solicitudes de la familia, el hospital planea mantener a Munoz con soporte vital durante las próximas semanas hasta que el feto sea potencialmente viable. Al menos doce estados poseen leyes que obligan a las mujeres a permanecer con soporte vital contra sus directivas previas si se encuentran embarazadas.