Jeremy Scahill: condenan a agentes de Blackwater por el asesinato de 14 iraquíes, pero sus directivos siguen libres

Reportaje23 de octubre de 2014

Un jurado federal emitió el miércoles un veredicto de culpabilidad para cuatro agentes de Blackwater involucrados en la masacre de la plaza Nisoor de Bagdad, en 2007. El jurado encontró a uno de los guardias culpable de asesinato en primer grado, mientras que otros tres, Paul Slough, Evan Liberty y Dustin Heard, fueron declarados culpables de homicidio voluntario. El jurado aún está deliberando sobre los cargos adicionales, que en total suman 33 cargos combinados. Los agentes fueron juzgados por el asesinato de 14 de los 17 civiles iraquíes que murieron en un ataque de su unidad de Blackwater. Hablamos con Jeremy Scahill, autor del best-seller “Blackwater: El Auge del Ejército Mercenario más Poderoso del Mundo”. Su último artículo publicado por The Intercept se llama: “Blackwater Founder Remains Free & Rich While His Former Employees Go Down on Murder Charges” (El fundador de Blackwater sigue siendo libre y rico mientras sus ex empleados caen presos por asesinato).

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

NERMEEN SHAIKH: Un jurado federal ha declarado culpables a cuatro miembros de Blackwater involucrados en la masacre de la Plaza Nisoor de Bagdad ocurrida en 2007. El miércoles, el jurado encontró a uno de los guardias, Nicholas Slatten, culpable de asesinato en primer grado, mientras que los otros tres fueron declarados culpables de homicidio voluntario— Pablo Slough, Evan Libertad y Dustin Heard. El jurado aún está deliberando sobre los cargos adicionales en contra de los agentes, que se enfrentan a un total de 33 cargos. Los agentes fueron juzgados por la muerte de 14 de los 17 civiles iraquíes que murieron cuando su unidad de Blackwater abrió fuego. La Plaza Nisoor es la incidente mortal de mayor gravedad en el que hayan estado involucrados Blackwater o cualquier otro contratista de guerra privado.

AMY GOODMAN: Para más información, está con nosotros Jeremy Scahill, cofundador de TheIntercept.org, y autor del libro éxito de ventas Blackwater: El auge del ejército mercenario más poderoso del mundo. Su más reciente artículo publicado por The Intercept se titula “El fundador de Blackwater permanece libre y rico mientras sus exempleados caen bajo cargos de asesinato”. Háblenos de esto, Jeremy.

JEREMY SCAHILL: Sí, el asunto aquí es que estos cuatro individuos— y luego hubo otro agente de Blackwater que se declaró culpable de cargos menores en un momento anterior del proceso, y, de hecho, después testificó contra sus antiguos compañeros en Blackwater— este es un veredicto muy importante, porque estamos hablando de una industria mercenaria, una industria de guerra, que ha operado a gran escala como si estuviera en el “salvaje oeste”, sin asumir absolutamente ninguna responsabilidad por sus actos. Así, a pesar de que sólo tenemos a un puñado de personas rindiendo cuentas por lo que fueron delitos muy generalizados cometido por Blackwater y otras empresas militares privadas, este es un momento muy importante para las víctimas de la Plaza Nisoor. Y ellos han luchado durante muchos años, tanto en los tribunales civiles como en los penales, para tratar de obtener justicia para sus seres queridos asesinados.

Pero seamos claros aquí. Blackwater era parte de una guerra global ilegal, cuya falta de límites era parte de su misma naturaleza, lanzada por George W. Bush y Dick Cheney, con el apoyo de los demócratas en el Congreso de Estados Unidos, y el presidente Obama ha seguido utilizando fuerzas mercenarias. Ninguna de las personas que han desencadenado estas fuerzas en el mundo, al más alto nivel, están rindiendo cuentas por sus actos. Dick Cheney no va a rendir cuentas. Donald Rumsfeld no va a rendir cuentas. Erik Prince, el multimillonario propietario de— fundador de Blackwater, que ahora ha creado otra compañía de mercenarios enfocada en África, respaldada por capital chino, él no va a rendir cuentas por esto. Es como en Abu Ghraib, donde las personas de los puestos bajos que ejecutaron la tortura, rindieron cuentas por sus actos.

AMY GOODMAN: Describe lo que hicieron, muy rápidamente.

JEREMY SCAHILL: ¿Blackwater o Abu Ghraib?

AMY GOODMAN: Describe lo que estos cuatro agentes de Blackwater hicieron en la plaza Nisoor.

JEREMY SCAHILL: Ellos estaban respondiendo— eran una unidad llamada Cuervo 23. Eran la élite de la Guardia Pretoriana de la ocupación estadounidense. Ellos eran la escolta de Paul Bremer, que era algo así como el procónsul en Irak, el “virrey”, como le gustaba llamarse a sí mismo. Ellos estaban respondiendo a un incidente que había ocurrido en el extremo opuesto de Bagdad, donde se encontraba su base. Salen para allá. Llegan en una concurrida intersección en la Plaza Nisoor. Lo que a menudo pasa en Irak es que los contratistas mercenarios comienzan a lanzar botellas de agua congeladas contra los coches, tratando de obligarlos a apartarse de la calle, y luego, eventualmente, empiezan a disparar contra vehículos. Estos tipos básicamente trataron de hacerse con esta rotonda, la gente de Blackwater, de modo que pudieran acelerar y continuar hasta su destino.

Un pequeño coche blanco con un joven estudiante de medicina iraquí y su madre no se detuvo con la suficiente rapidez para que el convoy de Blackwater pasara, y decidieron intensificar el nivel de violencia, y asesinaron a esas personas. Y digo “asesinar” porque dispararon a estas personas hasta matarlas, y luego hicieron volar por los aires su coche. En ese momento se inició este tiroteo masivo que se prolongó— que se mantuvo durante varios minutos. Y cuando terminó, había 17 iraquíes muertos, incluyendo un niño de nueve años llamado Ali Kinani, de cuya historia hemos hablado en programas anteriores, y otros 20 resultaron heridos en el ataque. Ese hecho llegó a ser conocido como el “Domingo Sangriento” de Bagdad.

Y Blackwater, ya sabes, inmediatamente después del tiroteo, dijo que habían disparado contra ellos. Tenían a sus aliados en los medios de comunicación. Un productor senior de CNN se apresuró a salir en la televisión y decir: “¡Oh!, no, no, esto no ha sido una masacre. Ya sabes, esto ha sido un tiroteo, ellos dispararon a la gente de Blackwater”. Claramente, este jurado ha visto lo que los testigos iraquíes siempre han sostenido, y es que se trató de una masacre no provocada de civiles iraquíes, ninguno de los cuales suponía una amenaza, excepto por no haberse detenido lo suficientemente rápido ante los mercenarios que estaban ayudando a ocupar su país.

NERMEEN SHAIKH: Bueno, quiero preguntarte sobre el fundador de Blackwater, Erik Prince. Él estuvo en Fox News el pasado mes—

JEREMY SCAHILL: Por supuesto que estuvo.

NERMEEN SHAIKH: —respondiendo a la propuesta del presentador, Bill O’Reilly, de combatir al Estado Islámico con mercenarios.

ERIK PRINCE: El ejército de Estados Unidos es un maestro en la forma más costosa de hacer la guerra. Han demostrado esto en Irak y Afganistán. No han sido muy efectivos allá. Así que encontrar una forma barata y sostenible que te permita mantener la presencia en estas zonas, mantener la presión sobre los islamistas, dar apoyo a tus aliados y tener esa prolongada presencia, es la único modo en que vas a poder hacerlo. Es parte de la historia americana, como lo es el pastel de manzana.

NERMEEN SHAIKH: Ese fue Erik Prince, fundador de Blackwater ¿Podrías hablarnos de lo que dijo sobre la lucha contra ISIS y sobre qué consecuencias puede tener este veredicto sobre la forma en que operan estos ejércitos mercenarios, en caso de tener alguna?

JEREMY SCAHILL: En primer lugar, Erik Prince es un derechista radical y un supremacista cristiano que, desde el comienzo de la llamada guerra contra el terror, ha visto el papel de Blackwater en el mundo como el de unos nuevos cruzados. Y él es un antimusulmán radical. Y odia la religión del Islam. Y él— a su empresa, básicamente, se le ha permitido operar en una atmósfera en la que iban a matar musulmanes por el deporte en Irak.

AMY GOODMAN: ¿Qué pruebas tienes para decir que odia el Islam?

JEREMY SCAHILL: Bueno, en primer lugar, el hecho de que a los agentes de Blackwater se les dijo— que había una cultura en la empresa según la cual llamaban a las personas “ragheads” (cabezas de turbante), o cualquier otro término tipo “monos de arena”, u otros insultos para describir a la gente en Irak y Afganistán cuyos— ya sabes, cuyos países estaban ocupando. Pero también ha habido numerosos casos en los tribunales, denunciantes dentro de Blackwater, que han dicho que los pilotos de sus helicópteros volaban de un lado a otro, y que, literalmente, y cito, “iban a la caza” de personas y que no importaba si tenían algo que ver con el 11/S, todos eran el enemigo. Y había una pauta en la empresa, y sé esto por personas que estaban allí y que habrían escuchado los discursos de Erik Prince. Él hablaba de la llamada guerra contra el terrorismo en estos términos históricos épicos de una guerra de civilizaciones, del mundo cristiano contra el mundo islámico.

Además, si nos fijamos en la familia del Príncipe y en su historia, han estado muy, muy dedicados a la financiación de las causas de la derecha radical religiosa en los Estados Unidos. Uno de los amigos más cercanos de Erik Prince durante gran parte de su vida fue Chuck Colson, que, por supuesto, fue el llamado “hatchet man” (esbirro) de Nixon durante el escándalo de Watergate, el autor de la lista de enemigos de Nixon, que luego fue a la cárcel, y salió convertido en un cristiano evangélico que pasó gran parte de su vida a partir de entonces tratando de luchar contra el azote del Islam dentro de las prisiones de Estados Unidos. Quiero decir, Erik Prince está rodeado de derechistas cristianos muy radicales. Y, ya sabes, el hecho de que él diga: “Queremos ir y luchar contra ISIS ahora mismo”, en primer lugar, él lo que quieren es hacer dinero con eso; en segundo lugar, eso encaja en la visión del mundo de Erik Prince de que el Islam es el enemigo.

AMY GOODMAN: Vamos a tener que dejarlo aquí, Jeremy Scahill, cofundador de TheIntercept.org, autor del libro éxito de ventas Blackwater: El auge del ejército mercenario más poderoso del mundo. Su libro más reciente se llama Guerras sucias: El mundo es un campo de batalla y acaba de publicarse en edición de bolsillo. Vamos a enlazar a su último artículo: “El fundador de Blackwater permanece libre y rico mientras sus exempleados caen bajo cargos de asesinato”. Aquí termina nuestro programa. Voy a estar hablando en Viena, Austria, el viernes en un evento organizado por la ORF, la cadena pública de Austria, a continuación, el sábado voy a estar hablando en el Festival de Elevate en Graz, Austria. Visite nuestro sitio web para obtener más información en democracynow.org.

Traducido y editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español

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